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Récord del Circuito
El XVIII Premio Ciudad de Alcañiz de 1984 paso a la historia como el año de las “barquetas Danone” volando bajo por el trazado del Circuito Guadalope.
Él por entonces ya pluricampeón de España de Montaña, icono español en las 24 Horas de Le Mans, y tres veces ganador del Premio Ciudad de Alcañiz, Juan Fernández, acudía a su cita anual con el trazado turolense, pero esta vez no lo hacía solo dentro de la escuadra Danone. Un joven Fermín Vélez aparecía inscrito en la prueba con la antigua Lola T297 de Fernández, pues él de Sabadell lo hacía con su nueva Osella.
Fermín era el pupilo de un consagrado ya Fernández, pero el carácter de ambos y un trofeo como el de sumar una victoria en Alcañiz eran más que suficiente para que los dos pilotos catalanes no estuvieran en Alcañiz para ir de paseo. A esto había que sumarle el resto de la competencia, pues ese año también recalo por Alcañiz otro “as” de la montaña como es Andrés Vilariño, con otra Lola-BMW, y una tercera en manos de Ferrer. Todos inscritos en la manga del “Campeonato Abierto”, en la cual se daban cita las máquinas más potentes del fin de semana, tanto Sport-Prototipos, como turismos, aunque con diferencias importantes de prestaciones.
En los entrenamientos, el joven y prometedor Fermín Vélez daba un golpe en la mesa y marcaba la «pole» con un registro de; 1´36´´64, batiendo el récord del circuito hasta ese momento. Tras los problemas en esta manga de entrenamientos, Vilariño tenía que salir al fondo de la parrilla.
Tras las primeras vueltas, Ferrer encarrilaba el camino hacia boxes con su Lola en llamas, y los dos pilotos de Danone se encontraban al frente y solos. Pronto se desató una auténtica persecución al límite, esta vez con el maestro dando caza al aprendiz, y aderezada con los continuos adelantamientos a los pilotos doblados, que rodaban en otro mundo comparados con los pilotos de las barquetas de dos litros. En esta tesitura Juan Fernández, que no bajaba el pistón pese a ver alejarse a su pupilo, marcaba un registro que pasaría a la historia.
En una vuelta limpia, en la que el azar haría que el piloto de Sabadell no se encontrara con ningún doblado, daba una vuelta a las calles de Alcañiz en 1´33´´67. Un registro que con los años se convierto en historia. Récord que nadie pudo rebajarlo en las ediciones posteriores (ni el propio Fernández), y que a partir de 1992 con la incorporación de dos chicanes para ralentizar a las cada vez más potentes máquinas del CET ya paso a ser imposible de batir.
Así pues, y una vez cesada la actividad deportiva en el Circuito Guadalope tras el XXXVII Premio Ciudad de Alcañiz de 2003, el piloto de Sabadell Juan Fernández ha quedado ya para la posteridad como la persona que más rápido ha rodado por las calles de Alcañiz.
